En México, las supersticiones son mucho más que simples creencias y, en muchos casos, las recordamos con un toque de humor. Cada superstición popular en México tiene una historia fascinante que mezcla elementos de diversas culturas y épocas. Desde la antigua sabiduría de los pueblos indígenas hasta las tradiciones traídas por los conquistadores españoles, nuestras supersticiones reflejan la historia cultural del país.
Romper un espejo: siete años de mala suerte
La idea de que romper un espejo trae siete años de mala suerte es quizás la más extrema de nuestras supersticiones. Esta creencia se remonta a la antigüedad, cuando los espejos eran considerados portales al alma. Romper uno, según se creía, dañaba el espíritu y traía infortunios durante siete años, con la creencia de que una sombra de mala suerte perseguiría a la persona.
Derramar la sal: una pizca de mala suerte
Derramar la sal en la mesa es una de las supersticiones más difundidas en México y trae consigo la promesa de mala suerte. Esta creencia tiene orígenes variados; algunos dicen que se remonta a la época romana, cuando la sal era un bien preciado y derramarla era considerado un mal presagio que traía mala suerte a quién lo hiciera, ya que era como si derramaras algo valioso.
Caminar bajo una esclaera: ¿te puede caer un cubo de pintura?
Esta superstición es un excelente ejemplo de cómo una práctica de seguridad se convierte en una creencia popular. En muchas culturas, las escaleras pueden simbolizar el ascenso y la superación de obstáculos. Caminar bajo una escalera podría interpretarse simbólicamente como evitar o desafiar el proceso de superación o desarrollo personal. Sin embargo, también puede verse como una advertencia práctica: caminar bajo una escalera puede ser simplemente peligroso.
Tal es el caso, que fue la inspiración de la campaña más reciente de Saladitas® Gamesa® del portafolio de Pepsico®,recordándonos que, incluso ante las adversidades y supersticiones relacionadas con “la mala suerte”, siempre podemos contar con un toque de optimismo, porque “Por Suerte Hay Saladitas® Gamesa®”