Más ofrendas, menos desperdicio alimentario

Altares llenos, antojitos, aromas, colores, café fresco, pan dulce y flores por doquier: así se vive el Día de Muertos, una tradición que no solo mueve millones de pesos, sino también toneladas de comida en México. Durante la festividad, los comercios, mercados y los hogares mexicanos multiplican su actividad: de hecho, la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA) proyecta ventas de pan de muerto por 1,000 millones de pesos, equivalentes a hasta el 40% de la facturación total de la temporada.

Imagen de Danaus Mx en Pixabay

Mientras los negocios elevan su producción para la temporada, la otra cara de la festividad es el desperdicio de alimentos. Datos de la Encuesta Regional sobre Percepción de Desperdicio de Alimentos 2025, elaborada por la plataforma mexicana de rescate de alimentos Cheaf, revelaron que 3 elementos fundamentales en las ofrendas son los que más se suelen desperdiciar en los hogares tras una celebración: 66% de los mexicanos reconocieron desperdiciar con más frecuencia comida cocida, seguido de frutas y verduras con 53%, y el pan con 21% de los encuestados.

El contraste evidencia que, aunque la tradición impulsa la economía, gran parte de los alimentos podría perderse si no se aplican estrategias que permitan honrar la celebración con mayor conciencia ambiental y un mejor manejo de los excedentes.

“El Día de Muertos es una de las celebraciones más hermosas de México, pero también una oportunidad para valorar los alimentos. Honrar a nuestros seres queridos puede ir de la mano con respetar los recursos de la tierra: cada pan, fruta o guiso rescatado refleja respeto por quienes los elaboraron y por los recursos naturales. Celebrar de manera consciente no significa renunciar a la tradición, sino repensar cómo aprovechar tanto los alimentos de las ofrendas, como los excedentes producidos para la temporada”

Braulio Valenzuela, Country Manager de Cheaf México.

En México operan más de 54 mil panaderías que mantienen viva la tradición y generan miles de empleos durante esta temporada. Sin embargo, esta misma fuerza productiva enfrenta el desafío de aprovechar los excedentes que quedan tras los días de mayor venta.

Más allá de las cifras, el desperdicio de alimentos en México representa un reto económico, social y ambiental de gran magnitud: según datos del Banco Mundial y la FAO, el país desecha cada año más de 30 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale a casi una tercera parte de toda la producción anual, generando pérdidas millonarias a lo largo de toda la cadena productiva.

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